Cuando la demanda es la relación de pareja, la intervención es con ambos miembros de la pareja. Excepcionalmente, cuando el proceso lo requiere, se pueden realizar sesiones individuales. En este espacio ayudamos a aclarar y a superar la crisis conyugal, con el objetivo de que cada uno de los miembros pueda tomar las decisiones oportunas.
En otros casos, la relación de pareja es el recurso indicado para gestionar los síntomas físicos, psicológicos y sociales de uno de los miembros. En estas situaciones, la relación de pareja nos ayuda a entender y a mejorar las manifestaciones del sufrimiento individual.
Todas las terapias inician con una conversación telefónica en la que se habla sobre las condiciones iniciales de trabajo. Cada familia, pareja e individuo es único y cada proceso terapéutico debe ser diseñado a medida.